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Animal Politico dated September 13, 2011
MTH
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El presidente estadounidense, Barack Obama, se pronunció hoy contra
la propuesta de quienes en México apoyan un arreglo con el crimen
organizado, como una salida a la violencia provocada por el
narcotráfico.
“Si se compra la paz llegando a un arreglo con gente sin moral y sin
respeto a la vida humana, eso no es bueno para una sociedad”, dijo el
mandatario en la Casa Blanca, en una mesa redonda con un grupo de
periodistas de habla hispana que incluyó a Notimex.
Obama consideró que la lucha contra estos grupos, bajo el gobierno
del presidente Felipe Calderón, tiene profundas implicaciones sociales
para México.
“El presidente Calderón entiende y está en lo correcto, cuando dice
que si los criminales pueden controlar enormes segmentos de la economía y
por ello se presentan como parte de la fibra social del país, eso tiene
un efecto corrosivo y corruptor en cualquier economía de cualquier
sociedad”, dijo Obama.
El mandatario confió en que este razonamiento prevalezca entre la población, dadas sus profundas implicaciones.
“No creo que los mexicanos quieran vivir en una sociedad donde los
narcotraficantes sean considerados uno de los sujetos más poderosos en
la sociedad”, precisó.
Obama dijo que ha conversado con el presidente Calderón, quien “sufre
de ver que este tipo de violencia tiene lugar, y sé que quiere
reducirla, pero ha tomado una decisión que comparto y respeto”.
El mandatario dijo que está evaluando una solicitud del Congreso para
que la Casa Blanca turne documentos, correos electrónicos y notas de
tres altos funcionarios, que tuvieron conocimiento de la operación
Rápido y Furioso, que permitió infiltrar armas a México.
“Vamos a ver la petición, mi consejero legal en la Casa Blanca está a
cargo de atender estas peticiones de información del Congreso, y no me
involucro en los detalles de eso”, dijo al ser cuestionado.
La petición fue hecha por el presidente del Comité de Supervisión de
la Cámara de Representantes, el republicano Darrel Issa, y por el
senador republicano Charles Grassley, como parte de una ampliación de la
pesquisa legislativa sobre la operación.
Los tres funcionarios implicados son el ex director para América del
Norte del Consejo Nacional de Seguridad, Kevin O’Reilly; su director
para el hemisferio occidental, Dan Restrepo, y el director de
terrorismo, Greg Gatjanis.
Obama reiteró su desconocimiento sobre el controversial programa,
mediante el cual la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF)
permitió el ingreso ilegal de más de dos mil armas a México.
Explicó que los tres funcionarios en cuestión recibieron información
en términos generales, sin detalles sobre los alcances que ahora han
trascendido.
“Este no es un tema en el que la Casa Blanca tuviera conocimiento de
lo que ahora se sabe, fue un problema real de que un comprador pudo
llevar esas armas a México”, precisó.
Dijo que su gobierno ha respondido ya en varios frentes, primero con
una investigación conducida por el Departamento de Justicia, y con
cambios recientes en la dirección de la ATF y su oficina en Phoenix.
El procurador general Eric Holder “ha sido claro de que esa decisión
no reflejó la política de la administración, por eso es que se han visto
cambios”, explicó.
A preguntas sobre su resistencia a impulsar que se restablezca la
prohibición de la venta de armas de asalto, Obama dijo entender que el
control de armas “es sensible en México, y lo que queremos es cooperar”
con ese gobierno.
Dijo que por ello, su gobierno está tomando pasos para atacar la
venta ilegal de armas, cerrando vacíos legales, y adoptando
verificaciones más rigurosas de los antecedentes de los compradoras y
para prevenir la compra por intermediarios.
“Vamos a hacer todo lo que podamos ahí, y vamos a continuar
explorando una amplia gama de pasos para apoyar lo que el gobierno de
México hace”, indicó.
Notimex.