Reflexión de Wilfredo Mendoza

Trail of Dreams

Posted on April 1, 2010 by None



Mi nombre es Wilfredo Mendoza y soy de Puerto Rico. Comenzaré por decirles que aunque soy ciudadano, comprendo muy bien el dolor que sienten los millones de inmigrantes que viven aquí en los E.E.U.U. Yo me case con una mujer del Perú y me han negado sus papeles en tres ocasiones. O sea, de nada me ha servido ser ciudadano ya que a mi también se me han violado mis derechos. Soy parte del equipo de apoyo de la caminata de los sueños Estamos en la ciudad de Greensboro y hoy visitamos el museo del movimiento de derechos civiles de los afro-americanos. En mi pueblo de Camuy, mis maestros me hablaron de los abusos que se cometían en contra de las personas de color en los siglos pasados y creí haberlo escuchado todo. Pero hoy, me di cuenta que estaba equivocado y me percate que no me contaron toda la historia. Hoy, mientras caminaba y escuchaba a una señora de avanzada edad explicarme lo que representaba cada retrato, ver la expresión de dolor que todavía perdura en aquellos rostros, observar con pavor la imagen de un joven de solo trece años al que le desfiguraron el rostro solo por ser de color. Luego de mirar de cerca un uniforme del K.K.K, me di cuenta que me escondieron parte de la verdad. Pero no crean que esto solo sucedía en siglos pasados. Hoy en el año 2010, tal vez las leyes son más duras y las personas ya no hacen estas cosas o por lo menos no las hacen en público. Pero qué hay de las instituciones gubernamentales que siembran el terror en nuestras familias cobijados bajo unas leyes que además de ser injustas son inhumanas. En aquel museo y luego de terminado el recorrido nos reunimos en el lobby a escuchar las historias de estos cuatro valientes jóvenes que salieron en caminata desde Miami hacia Washington el día primero de enero. Mientras uno a uno tomaba la palabra y contaban sus historias, arrancaban lágrimas de los de allí presentes incluyéndome a mí. Mientras los escuchaba, no dejaba de pensar en aquellas fotos que hacía unos minutos había visto con tanto pavor. Pero hay una diferencia. Aquellas fotos son de siglos pasados y son el el producto de los abusos raciales de los blancos en contra de las personas de color. Pero señores, estamos en el año 2010 y a estos jóvenes es el propio sistema quien los ataca. Es un sistema de inmigración sin el más mínimo sentido de lo que es esa sagrada institución llamada “familia”. Es un departamento de seguridad nacional sin el más mínimo sentido de democracia. Es un departamento de niños y familias inoperantes al cual se le ha olvidado que fue creado para estimular la unión familiar. Un sistema que encarcela las personas solo porque no nacieron en este país. No hay razón para separar las familias. No hay razón para impedirle a un joven que después de graduado, no se le permita ejercer su profesión. Este país anda por el mundo vendiendo una democracia que ni el mismo entiende y mucho menos sabe aplicar. Ya es tiempo de que nuestro presidente haga buena su palabra de una reforma migratoria justa. Ya es tiempo de hacer justicia a millones de buenos seres humanos que un día emigraron a este país con el único propósito de dar un mejor futuro a su familia. Un día juré que no descasaría hasta no ver que se trata a estas personas con dignidad. Exhorto a los que como yo son ciudadanos a que llamen a sus congresistas y que les dejen saber su descontento con esta colosal injusticia
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