Pide primera dama de Honduras protección para migrantes - La Jornada - 10/19/2011
La esposa del presidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa, visitó la Casa del Migrante San Juan Diego.
Tultitlán, Méx. Rosa Elena Bonilla de Lobo, esposa del presidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa, visitó la Casa del Migrante San Juan Diego, donde solicitó a las autoridades mexicanas que sus connacionales reciban mayor protección a su paso por México. La representante del gobierno hondureño acudió a esta localidad, donde el jueves 13 apareció el cuerpo sin vida de María Marisol Ortiz Hernández, cuyo bebé fue localizado vivo el pasado viernes en las instalaciones del DIF de Querétaro.
Durante su estancia en el refugio localizado en la calle Cerrada de la Cruz de la colonia Lechería, Bonilla de Lobo se reunió con unos 50 inmigrantes en la capilla San José Obrero.Ahí escuchó quejas de las personas que llegan a México en un intento por alcanzar el país vecino del norte, sobre los abusos que comete la policía mexicana, principalmente la autoridad policiaca municipal.
Al término de la reunión, Rosa Elena Bonilla informó a los medios de comunicación que su gobierno no puede responsabilizar a su homólogo mexicano por los asesinatos de sus connacionales. Sin embargo, aclaró, éste sí puede ayudar a solucionar este problema que viven la gente de Honduras y de otros países. “Esta semana ha habido un seminario para el inmigrante, en las cuales se hicieron esas peticiones, que sean mayormente protegidos, eso es lo que nosotros estamos pidiendo. De su visita a la Casa del Migrante San Juan Diego, dijo que fue para conocer el lugar donde los migrantes hondureños reciben ayuda y por eso agradeció las atenciones del padre Hugo Raudel Montoya y de aquellos que laboran en este centro.
La esposa del presidente de Honduras estuvo acompañada por su embajador en México, José Mariano Castillo Mercado. El padre Hugo Raudel recordó que María Marisol llegó a la Casa del Migrante el pasado 30 de septiembre, recibió alojamiento y alimentos. Solicitó apoyo para ser repatriada a su país, pero como “ella tenía credencial de no migrante”, era competencia de otras instancias brindarle asesoría.
La mujer de 33 años, quien llegó en compañía de su bebé, se fue y ya no se supo de ella hasta el jueves 13, cuando su cuerpo fue hallado semidesnudo con huellas de estrangulamiento en la zona de vías del tren en Lechería.
Explicó que ahora la embajada hondureña se hizo cargo de resolver la situación migratoria del bebé, que fue entregado el pasado viernes en las instalaciones del DIF queretano.
El menor de edad únicamente presenta cierto grado de desnutrición y llegó al DIF de aquella entidad el pasado viernes. El caso de María Marisol no es el único: Julio Fernando Cardona Agustín, de 19 años, también fue asesinado en la colonia Lechería el pasado ocho de agosto.
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